miércoles, 30 de julio de 2014

“Delicada” de Elena Gadel




A finales de Abril y tras la primera escucha de “Delicada” afirmé que era mi disco del año. Estamos ya en Agosto y lo sigo diciendo y supongo que en Diciembre opinaré lo mismo. Qué disco se ha marcado la Gadel, qué sensibilidad, qué arreglos, qué producción… ¡Qué voz!. Sin tener el presupuesto de las macro producciones de compañías multinacionales Toni Pagès y la propia Elena han producido un disco de un gusto exquisito, con letras que son poesía, con acordes que nos transportan a paisajes mediterráneos, al calor de las hogueras y a la brisa que nos acaricia el pelo frente al mar. Acompañando a tal belleza encontramos, en el cd físico, las magníficas ilustraciones de Romina Martí.

Y ya que ésta es la primera opinión sobre un álbum en este blog me permito el lujo de desgranar un poquito de cada tema:

Saltar al vacío: Debería ser el himno de las oportunidades. Empieza suavecita, para que el cuerpo se nos vaya preparando al escuchar una letra que ilustra uno de los dramas más extendidos que nos golpea actualmente, la falta de oportunidades laborales. A media canción los acordes se transforman en un medio tiempo precioso, justo entonces la letra nos invita a dar el paso, a ser valiente. Toda una declaración al positivismo.

Con tu andar: Buen rollo. Es la canción del buen rollo tanto rítmicamente como por la letra (que Elena dedica a su padre). Si tenéis la oportunidad de verla en directo probablemente sea la canción que más recordéis. Funcionaría de lujo como single. 

Subo al tren: En algunas ocasiones todos hubiéramos deseado subir a un tren para apartarnos de lo que no nos aporta, de lo que nos hace daño, de lo que debemos olvidar. Elena Gadel nos lo narra en formato canción. 

Bebiendo a sorbos: Es la estrella del álbum, por melodía por letra y por el dúo que se incluye con Manuel Carrasco. Lo tiene todo, llega dentro y vuelve a salir (ya sea en formato lágrima, en versión suspiro o erizando los pelillos de la piel). Si Música Global tuviera muchos euros la estarían radiando día y noche en Cadena Dial, en los 40 y en Cadena 100.




El vals del cajón: Me encanta, poco más puedo decir. Me parece la más mediterránea del disco, el amalgama de lunas, timones, mareas y huracanes guardaditos en el cajón hacen respirar brisas de la costa al abrirlo. Me chifla la mezcla de la voz aflamencada con la percusión, violín, chelo y guitarras.

Tu mirada: ¡Qué bonita! La sencillez es el arma de la canción, una melodía que nos acompaña desde la primera escucha junto a una letra más profunda y en la que nos sentiremos reflejados seguro, segurísimo. 

Viajar sin equipaje: Trabajazo en la percusión de Toni Pagès. Qué flamenquita la Gadel que se funde con la flauta travesera, guitarra y contrabajo. Qué canción tan de verdad, explicando  lo difíciles que son algunas circunstancias que se presentan en la vida y lo complicado que resulta escoger, emprender y aprender. Qué lujo de composición. 

Luz encendida: La primera vez que la escuché pensé que esta canción podría ser perfectamente de Antonio Orozco. Ahora sé que es muy de la Gadel y que en todo caso un dúo con Orozco no estaría mal.

Perdóname por eso: Maravilla. Es el sentimiento hecho canción. Su voz lo mismo te susurra que se clava en el alma y esa letra es punto y aparte, no hay más qué decir. Únicamente que ese giro flamenco al final es todo un acierto. 

Bla bla bla: Perfectamente ubicada en el cd entre dos canciones que son para cortarse las venas. Nos permite un respirito cómico pero lleno de verdad, con una letra que enseguida aprenderemos. 

Sola: Cómo se luce Elena Gadel en esta canción que recuerda a un blues desgarrador (acompañado de palmas, cómo no) y en la que llega a notas altísimas. Con esta composición ya me ha ganado para siempre. 

I just ara: Debo reconocer que las canciones en catalán no eran mis favoritas. Pero tras las escuchas han ganado. Una canción rítmica con un estribillo que engancha en la que la guitarra acústica toma protagonismo.

Ulls petits: Me recuerda a una canción country. La letra nos invita a ‘tontear’, a imaginar como nos comportamos ante un posible ligue que a veces se acerca y en ocasiones huye.

Lluna plena: Preciosa, intimista, delicada… es de las que escuchas una y otra vez y no te cansas. Te hace volar, sentirte cerca de la Luna, tocarla con la punta de los dedos y contagiarte de su luz. No me extraña que sea el primer single en Catalunya. 





Por todo esto y mucho más “Delicada” es el disco que más escucho en la actualidad, es mi disco del año. 

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